La vida tiene sus modos, sus métodos, sus formas para todo. A nosotros solo nos corresponde jugar el juego, aceptar las reglas y asumir los riesgos. Y si acaso nos es concedida la virtud de la claridad y el don del entendimiento, quizá hasta sea posible desentrañar uno que otro secreto.
Londres, Lima y ahora un nuevo puerto.
Me sobran imágenes, me faltan palabras. Uno a uno los recuerdos se me agolpan confundiendo épocas, momentos y circunstancias. Tenía muchas ganas de escribirte y de pronto me quedé instalado a mitad de la nada. Miro mis notas. Las ensayo. Las repaso. Me percato cómo una a una las letras han quedado regadas entre el pecho, los ojos y la garganta. Es imposible hilarlas. El riesgo de errar es mayúsculo.
No es tristeza, sí es nostalgia, espero comprendas. Nadie, pese a las virtudes sanadoras que ilusamente se atribuyen a la costumbre, tiene el pecho a tal modo frío que pueda asumirse habituado a las despedidas, así sean momentáneas.
Y no obstante, que nadie se confunda, me alegro que te vayas; pues al margen de todas las razones que guardo para ello hay una en particular que tengo presente como un hecho contundente y cierto: a ti y a mí la vida nos ha unido más cada vez que nos pone tierra de por medio.
Nos vemos pronto, hermano.
Aquí o allá, más allá de todo.
Me transmitiste tu sentir, todo cambio es para mejor… Amigo como siempre un placer leerte
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La sangre es mas fuerte que las distancias, siempre es bueno y reconfortante para el que se lo digas y escribas, mucho éxito a ambos!
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